Reseña realizada por Lidia Casado
Pocas cosas hay tan contagiosas como la gripe y los bostezos. Y si tu eres un rey todopoderoso, tienes una hija princesa que no para de bostezar y no puedes ponerle remedio al asunto… es que a lo mejor no eres tan todopoderoso como pensabas. O, quizá, no estés recurriendo al método adecuado.
Como su propio título indica, este libro cuenta la historia
de una princesa que bostezaba a todas horas y de los medios y remedios que
buscó su padre, el rey, para solucionar este gravísimo problema. Sobre todo
porque los bostezos son taaaan contagiosos. Y no es plan de que toda la Corte
se pase el día con la boca abierta.
Utilizando recursos típicos de la narración oral y de los cuentos (como la repetición de
frases o la estructura triple), Carmen Gil construye una historia diferente que
pone en cuestión la sobreprotección de los padres y que ensalza los valores de
la amistad.
Por su parte, Elena Odriozola completa la historia con unos
dibujos esquemáticos pero llenos de belleza (con los que obtuvo el segundo premio a las mejore ilustraciones que otorga el Ministerio de Cultura) en los que utiliza una paleta de
colores muy adecuada para la ocasión y en la que predominan los amarillos,
propios del reino al que viajamos, tal y como se describe al principio de la
historia; los rosas, tan apropiados para una princesa; y los azules, color
“real” donde los haya, que transparenta hasta la superficie el color de la
sangre típica de la realeza.
Con muchísimos toques de humor, de amor y de amistad, las autoras abren los ojos a niños y mayores sobre lo que de verdad es importante en la vida.
Con muchísimos toques de humor, de amor y de amistad, las autoras abren los ojos a niños y mayores sobre lo que de verdad es importante en la vida.
Título: La princesa que bostezaba a todas horas
Texto: Carmen Gil
Ilustraciones: Elena Odriozola
Editorial: OQO
Páginas:36
ISBN: 9788496573062
Texto: Carmen Gil
Ilustraciones: Elena Odriozola
Editorial: OQO
Páginas:36
ISBN: 9788496573062