Con un poquito más de frío que la primera edición, el segundo bicicuento organizado por Una merienda de cuentos volvió a sacar los cuentos y las bicis a la calle.
Victoria rompió el hielo con una canción sobre la amistad. Niños y mayores no tardaron en aprenderse la letra y acompañarla.
En cada parque se sumaban más oyentes, en este caso, para escuchar el cuento de Eva.
Lidia recitó un poesía de Gloria Fuertes sobre un libro que esperaba que un niño le quitara el frío que sentía.
Los niños no perdieron palabra del cuento que narró Ruth en el segundo parque de la tarde, La Quebradilla.
Bicis para todos los gustos y para todas las edades no quisieron perderse la cita.
Un vecino nos descubrió que el árbol bajo el que contamos en el Parque Buero Vallejo no podía ser más apropiado: es el Árbol del Paraíso.
Bicis a un lado, que Delia cuenta su primera historia de la tarde.
Marian y su hija se animaron a contar una historia a medias mientras todos escuchaban con atención.
Cambio de escenario. Bicis bien aparcadas, que empieza el cuento.
Vehículos varios y azudenses de todas las edades escucharon el cuento de Delia en el Parque de los Almendros.
Mantel y cesta preparados....
Pero Rosa necesitó hasta un puchero para contar su cuento. Si lo escuchaste, sabrás la razón.
Que se note bien que esto es una merienda...
Como siempre, Riky guió al pelotón por el carril bici de Azuqueca y contó un pedacito de cuento en cada parque, hasta terminar su relato en el último.
No hay comentarios:
Publicar un comentario