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| En el punto de reunión, los participantes se encontraron con el cuento de Victoria |
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| Y con el de Eva. Los ciclistas no despegaban la oreja para no perderse ni una sola palabra. |
| Unos preciosos carteles y la cesta preparada con los cuentos para merendar esperaban a los ciclistas en cada punto de encuentro |
| ¡Bicis aparcadas, que empieza el cuento! |
| Ruth contó su cuento en La Quebradilla |
| Riky iba recuperando pedacitos del cuento... pero no acababa de dar con la historia. No os lo vais a creer, pero tuvo que ir de parque en parque buscando las palabras que no conseguía recordar |
| Aprovechando el buen tiempo, los cuentos salieron a la calle |
| Vuelta a las bicis, que sigue la ruta |
| El carril bici era el camino de baldosas amarillas que conducía a los participantes al siguiente punto de encuentro |
| En cada parque se sumaban nuevos oyentes. Algunos niños que estaban disfrutando de la tarde se acercaban a escuchar los cuentos |
| Y mientras unos contaban en un parque, otros daban los toques finales al siguiente punto de encuentro |
| Fueron muchos los que no quisieron faltar a esta cita |
| En el Parque Buero Vallejo estrenamos contadora: Marian se metió a los participantes en el bolsillo |
| Una auténtica merienda de cuentos en la que no faltó detalle |
| Delia, Rosa y Riki cerraron el bicicuento en el Parque de Los Almendros |
| Delia cautivó a un público entregado |
| Parcipantes y curiosos se acercaron a escuchar a Rosa |



Me parece una iniciativa preciosa y muy original. Besos.
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